La energía sustentable es aquella que puede ser generada a partir de fuentes renovables como los cultivos, el sol, las corrientes de viento, el calor del subsuelo y los flujos de agua. El aprovechamiento de este tipo de energía aún permanece estancado en comparación con la explotación de la que se genera a partir de combustibles fósiles. Según datos de la Agencia Internacional de Energía apenas el 16% de la energía del planeta proviene de fuentes renovables y sólo el 6% proviene de fuentes llamadas limpias, es decir, que no producen desechos potencialmente dañinos para el medio ambiente.
La principal razón por la cual este tipo de energía ha permanecido sin ser aprovechada a pesar de su abundancia es el costo-beneficio. Ha resultado mucho más barato en el corto plazo generar energía a partir de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón mineral y el gas natural, debido a que la cantidad de dinero invertido en su extracción es mucho menor que la inversión requerida para el desarrollo de tecnología para la generación de energía sustentable. Sin embargo, los elevados precios del petróleo crudo, la disminución dramática en las reservas mundiales y el impacto ambiental derivado de la generación de este tipo de energía han contribuido a que los países industrializados y en vías de desarrollo comiencen a discutir alternativas.
A mediados de la década pasada, la mayoría de los países comenzaron a debatir el problema del cambio climático y la necesidad urgente de transitar hacia un modelo económico fundado en el concepto del “desarrollo sustentable”, dentro del cual las energías renovables juegan un rol crucial. A partir de este tipo de debates los apoyos a la innovación tecnológica en materia de energía sustentable han crecido a pasos agigantados. Hoy en día se habla de la reducción de la huella de carbono de la industria, de eficiencia energética en la tecnología, de viviendas autosuficientes en términos de energía y desechos, así como de vehículos que funcionen con “cero emisiones”.
¿Qué tipos de energía sustentable existen?
Energía solar: es la más abundante. Su explotación se realiza a través de celdas fotovoltaicas que convierten la radiación del sol en corriente eléctrica.
Energía eólica: se genera a partir del aprovechamiento de las fuertes corrientes de viento de ciertas zonas utilizando grandes turbinas con forma de rotores. En México existe el Parque eólico La Venta, en Oaxaca, con ese fin.
Energía a partir de biocombustibles: se produce con generadores termoeléctricos que queman combustibles derivados de cultivos como el maíz, la caña de azúcar, etc.
Energía a partir de biomasa: se produce al quemar desechos biológicos derivados de las actividades humanas. Tanto la biomasa como los biocombustibles han sido cuestionados por su impacto ambiental negativo.
Energía hidráulica: se genera utilizando la fuerza de grandes cuerpos de agua para mover turbinas. En México hay más de 60 centrales hidroeléctricas con una capacidad instalada total de más de 11 mil megawatts.
Energía geotérmica: se genera con turbinas a vapor que utilizan el calor del subsuelo como fuente de energía. Este tipo de energía se explota principalmente en áreas geográficas con actividad volcánica.